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MEJORA LA POSTURA DE TU ALMOHADA
Una de las causas predominantes de la cara hinchada al despertar es una postura incorrecta al dormir. Si duermes de lado o boca abajo, estás ejerciendo más presión sobre las articulaciones y lo más probable es que estés cortando la circulación de la sangre y la linfa, impidiendo que fluyan libremente por el cuerpo. Esto hace que se acumule en determinadas zonas, como la cabeza y la cara, sobre todo si la cabeza está inclinada hacia un lado o el cuello está doblado de forma poco natural mientras duermes.